Cristina Fernández dice que la quieren "voltear"
"Si me pasa algo no miren hacia el Oriente, miren hacia el norte", dijo la presidenta en un fuerte discurso donde no ahorró criticas al gobiwerno de Estados Unidos
30 de septiembre de 2014
En un dramático discurso, la presidenta Cristina Fernández pidió que si le "pasa algo no miren hacia el Oriente, miren hacia el Norte".
"Lo digo muy en serio: si me pasa algo no miren hacia el Oriente, miren hacia el Norte. Después de ver las cosas que se están haciendo desde determinadas sedes diplomáticas y escuchar las cosas que han dicho en la Asamblea de la ONU no me quedan dudas", subrayó.
Incluso, la mandataria sostuvo que es "mentira" la información publicada en el diario Clarín respecto a la investigación de un empresario tunecino en la Triple Frontera, ya que no fue informada de ello por la Secretaría de Inteligencia y agregó: "Crear toda una historia que el ISIS me está buscando a mí... ¡Por favor! ¡Que no vengan a armar una novela como hicieron en el pasado!
Aseguró que "después de ver las cosas que se están haciendo desde determinadas representaciones diplomáticas, después de escuchar declaraciones que parecen un ejercicio de cinismo, que vengan a crearnos una historieta de que el ISIS me está buscando para matarme", lanzó.
En Casa de Gobierno, exigió que "no vuelvan a armar ninguna novela, como armaron con otras cuestiones", que no quiso precisar durante el acto que encabezó en Casa de Gobierno.
Consideró que la carta de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires que advierte a ciudadanos de ese país que tomen recaudos en materia de seguridad si planean visitar la Argentina "está destinada a provocarme" pero afirmó que "no me van a hacer enojar".
"Creo que esa carta" que tuvo "amplia difusión en medios hegemónicos es una artículo destinado a provocarme" pero "no estoy enojada, no me van a hacer enojar", expresó la mandataria.
Dijo que "cuando uno gobierna no se puede enojar" sino que tiene que mantener la "mente fría" para "poder seguir adelante" y aseguró que su meta como presidenta de 40 millones de argentinos es "que nos respeten como país, seamos peronistas, radicales, comunistas, ateos católicos".