En la temporada de 1998, San Lorenzo no encontraba rumbo y Fernando Miele fue en busca de Alfio Basile para que se haga cargo de la conducción técnica del equipo azulgrana.

En su primer partido, luego de la arenga final antes de salir al campo de juego, entró un cura al vestuario y esto no le gustó nada al Coco.

"Miele me contó que era un cura que iba siempre y saludaba a los jugadores antes de que jueguen el partido. Yo le pregunté para qué entonces me iban a buscar a mí, no le ganaban a nadie", contó el entrenador.

"Le pedí que lo echen, que no quería ver a ningún cura adentro del vestuario, a nadie que me distraiga a los jugadores".

El tiempo pasó y la historia quedó en la nada, hasta el año pasado. "En Abril me reencontré con Miele y me contó: el nuevo Papa es Bergoglio, el cura que vos echaste del vestuario", reveló Basile. Una historia insólita.