Guillermo Maximiliano Cuadros no estaba haciendo nada fuera de lo común. Como cualquier otro chico de 15 años un sábado a la noche, charlaba con un amigo en la puerta de su casa, en Lanús, al sur del conurbano bonaerense.

Pero la tragedia y la inseguridad lo encontraron igual: a pocos metros de él una banda intentó asaltar a los ocupantes de una camioneta importada y, como éstos los evadieron, dispararon. La bala de los ladrones le dio de lleno en el cuello. Guillermo murió tras llegar al hospital.

Ocurrió poco después de la medianoche del sábado en Santiago Plaul y Aristóbulo del Valle, en la localidad de Villa Caraza, y ayer la Policía trabajaba con testigos y cámaras de seguridad para tratar de identificar y rastrear a los asaltantes.

Según reconstruyeron los investigadores, era la 0.30 de ayer y mientras Cuadros –que vivía en la casa de su abuela– charlaba con un amigo, a 80 metros ocurrió un violento intento de robo cuando en la cuadra estacionó una Hyundai negra.

La camioneta era manejada por un abogado que estaba acompañado por un amigo. Ambos había ido a buscar a la novia de este último, una gestora que vive en esa cuadra. La banda apareció cuando ya los tres estaban dentro de la Hyundai y se disponían a partir.

Los ladrones iban en un Peugeot 206 y se investiga si había sido robado poco antes. Eran al menos dos, iban armados e hicieron una maniobra para cortarle el paso a la camioneta para robarles.

La investigación del homicidio de Cuadros quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, que comenzó a trabajar con la comisaría 9° de Villa Caraza y la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.