En otro hecho de película, una avioneta privada con nueve personas a bordo que se dirigía desde la Argentina a Uruguay se precipitó al Río de la Plata en aguas uruguayas.

Cinco personas, incluido el piloto, murieron como consecuencia de la caída.

La aeronave -propiedad de Federico Bonomi, dueño de la marca "Kosiuko"- había despegado del aeropuerto de San Fernando y debía llegar a la localidad de Carmelo en el departamento de Colonia.

"La Fuerza Aérea recibió la denuncia de la desaparición de un avión civil bimotor este mediodía con ocho personas a bordo. Se estima que podría haber caído a las aguas del Río de la Plata", se informó.

Al principio se creyó que todos había sobrevivido, pero horas después se supo que fueron cinco los muertos. Sólo cuatro sobrevivientes.

Entre las víctimas fatales había dos altos directivos de Renault: Gustavo Fosco, Director de Asuntos Públicos, Comunicación y RSE, y Fernando Sánchez, jefe de Prensa de la automotriz.

En la aeronave también viajaban directivos de otras empresas: Sebastián Vivona, gerente de Kosiuko -a quien primer se dio por muerto pero que finalmente está internado en Uruguay-; Paula Buery, planificadora de eventos de TTS Viajes; y Fernando Lonigro, gerente de TTS Viajes.