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21 de noviembre de 2024
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Ramón, volver a casa para ser campeón
El DT de River regresó al equipo de sus amores para dar su octava vuelta olímpica en el club de Nuñez. La sexta a nivel local que lo iguala con Labruna
18 de mayo de 2014
Después de una década, Ramón Díaz volvió ser el hombre más feliz del planeta fútbol al conquistar su octavo título en el club de sus amores, River Plate, y seguir como el DT más ganador de la historia millonaria.

Con este título igualó la marca doméstica de su mentor y recordado Angel Labruna, que entre 1975 y 1980 dio esa cantidad de vueltas olímpicas.

Angelito había ganado los Metropolitanos 1975 y 1977; los nacionales 1975 y 1979, y el Torneo de 1980.

Esta fue la entidad donde brilló como futbolista desde su debut en 1978, adonde regresó en 1991, luego de 10 años de triunfar en Europa, para cerrar su carrera en la Argentina, y sorprender cuando en 1995, sin experiencia, fue nombrado entrenador del club.

Entre miradas de desconfianzas y voces, que por lo bajo hablaban de su falta de experiencia, Ramón comenzó a construir una campaña de ganador que lo llevó a ser amado por los hinchas.

En poco tiempo sumó grandes títulos con intensas campañas y fue el ícono del River ganador del cierre del siglo XX con la Copa Libertadores 1996, la SuperCopa 1997 y el tricampeonato de 1996/1997 (Apertura 96 y 97, Clausura 97) y el Apertura 1999.

A inicios de 2000 se fue sorpresivamente luego de una temporada de verano, tras perder un superclásico con Boca en Mar del Plata, y fue llamado un año y medio después, en julio de 2001, cuando el equipo no encontraba el rumbo.

Luego de ser subcampeón del Apertura de ese año, detrás del inolvidable y gran equipo de Racing Club, y en el Torneo Clausura de 2002, completó su séptima vuelta olímpica con los “millonarios”.

Llamativamente, el entonces presidente de la entidad, José María Aguilar, lo despidió y estuvo vetado en su club por casi 10 años.

El romance con su gente no se rompió a pesar de que en 2008, dirigiendo a San Lorenzo, eliminó de la Copa Libertadores a su querido River.

Cuando comenzó esta etapa de sequía de los “millonarios” desde 2008, que incluyó el descenso, su nombre fue coreado por los hinchas y cada dirigente lo tuvo como estandarte a la hora de las elecciones.

Regresó de la mano de Daniel Passarella en 2012, peleó el Apertura de ese año, no tuvo buenas campañas en 2013 y hasta llegó a ser cuestionado a fines de esa temporada.

Ahora, disfruta de la gloria otra vez.