El secretario de Seguridad nacional dijo que no comparte la afirmación de la Iglesia Católica de que "Argentina está enferma de violencia"
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, reconoció que existe una "violencia generalizada" en la sociedad, pero sostuvo que no comparte la afirmación de la Iglesia Católica de que "Argentina está enferma de violencia".
"La violencia es una violencia generalizada, lo decimos permanentemente. No solamente la violencia en el delito, la violencia en las relaciones interpersonales, lo vemos fundamentalmente en los delitos intrafamiliares, en los homicidios, en la gente en la calle", concedió Berni.
El funcionario insistió: "Ha aumentado la violencia en las relaciones interpersonales, pero de ahí a decir que la Argentina está enferma, me parece que es un término que no lo comparto".
En declaraciones por Radio 10, Berni sostuvo que en Gobierno "decimos que ha aumentado la violencia en los delitos, creemos que la violencia se ha generado en toda la sociedad" y puso como ejemplo "lo que pasa en las escuelas y en las relaciones interpersonales".
La Conferencia Episcopal, que preside monseñor José María Arancedo, publicó el viernes un informe en el que señala que la Argentina está "enferma" de una "violencia cada vez más feroz y despiadada" y considera que la corrupción, tanto pública como privada, es "un verdadero cáncer social" y causante de "injusticia y muerte".
Hoy también, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones, rechazó hoy las críticas del kirchnerismo al documento de la Iglesia, al advertir que quienes niegan que la sociedad está enferma de violencia “miran para otro lado” y “hablan sin fundamentos”.
Lugones, uno de los obispos más cercanos a Jorge Bergolio, sostuvo que “nosotros constatamos con dolor y con preocupación este tema de la enfermedad de la violencia. Aquel que niegue que estamos enfermos de violencia, me parece que mira para otro lado”.
“No sé si muchos de los que hoy critican caminan los barrios como nosotros. Escuché en una radio que se referían a los obispos como príncipes de la Iglesia; yo lo invitaría a este periodista a que, si quiere, se ponga unos zapatos para el barro y me venga a acompañar a mí, porque yo camino la diócesis. Están hablando sin fundamentos”, aseveró el obispo jesuita.
“Nosotros hablamos en plural, y cuando hablamos de la dirigencia nos incluimos también los obispos, a quienes nos compete el desafío y la responsabilidad de educarnos para la paz”, precisó en declaraciones radiales reproducidas por la agencia católica AICA.
El prelado bonaerense indicó que promover una educación para la paz es “el centro neurálgico de lo que tenemos como propuesta” y explicitó que “los últimos tres puntos del documento son propositivos, y abrimos expresando que somos pastores del Pueblo de Dios y que nosotros provenimos de los mismos barrios que visitamos”.