En el Monumental, venció 3-2 a Racing. Sobre la hora, el arquero local le contuvo un penal a Saja. El otro protagonista de la tarde fue Cavenaghi
River sufrió demás, y su héroe, que parecía que iba a ser su centrodelantero, terminó por ser su arquero Chichizola, quien sobre la hora, le detuvo un penal a Saja y posibilitó que en el Monumental el local supere 3-2 a Racing.
Un doblete de Cavenaghi, el segundo con un hermoso taco, y un grito de Carbonero, posibilitaron el triunfo y la vuelta a lo más alto de las posiciones, lugar que a falta de dos fechas comparte con Gimnasia. Para la visita marcaron Villar y Hauche.
El partido comenzó como los pronósticos suponían: con el local con la pelota en los pies y los dirigidos por Reinaldo Merlo agazapados, esperando situaciones para contragolpear. En ese marco, a los de Ramón Díaz les costaba muchísimo traducir esa mayor posesión en ocasiones de riesgo, mientras Racing dejaba demasiado solo arriba a Luciano Vietto.
Recién a los 18 minutos pudo llegar a fondo el dueño de casa, cuando un tacazo de Cavenaghi fue atajado por Saja tras un buen desborde de Villalva por la derecha que dejío parado a Cahais. Cuando ningún indicio hacía pensar que el trámite o el marcador se modificarían, el árbitro Dirgo Abal, tras una juagda confusa con varios rebotes, vio un supuesto agarrón dentro del área de Savljich a Villalva. Dio la impresión de que el juez se equivocó, pero en esa jugada sí se observó un agarrón de Saja a Carbonero. A Cavenaghi le importó poco y nada y con un derechazo cruzado puso a River 1 a 0 y en lo más alto de las posiciones junto a Gimnasia.
Poco le duró la alegría del triunfo parcial y de volver a la cima a River, porque en un tiro libre de De Paul desde la izquierda se descuidó y, con un certero cabezazo, Villar ponía el 1-1. El partido, pese a no jugarse bien, ganaba en intensidad y en ese tren, cuando se moría la primera etapa, un potente derechazo desde afuera del área de Carbonero sorprendio a Saja y se le metio por el medio del arco. Encima, desde La Plata llegaban las noticias del empate de Gimnasia, por lo que River y los platenses, entonces, compartían la punta.
No tardó mucho River en aumentar la diferencia en el complemento. liquidar el partido en la segunda etapa. Antes de los 10 minutos, Cavenaghi armó una pared con Carbonero, que luego armó otra con Lanzini y, de taco, el centrodelantero terminó por empujar la pelota al gol y marcar el 3-1. Todola euforia del Monumental, con River puntero y la boca de sus hinchas llena por el reciente golazo, se atenuó cuando Hauche definió ajustadamente una contra que armó Viola para que Racing descontara. Con el 3-2 y aún un cuarto de hora por disputarse, el suspenso pasaba a ser la emoción predominante.
Pudo ser empate si el travesaño no hubiera devuelto un cabezazo de Viola, o mayor la diferencia si el tiro de Lanzini desde afuera no hubiera reventado un poste. Pero, finalmente, apareció enorme Chichizola para que el 3-2 no se altere. Luego de una grosera mano de Rojas dentro del área, le detuvo el penal a Saja, qe de zurda remató cruzado.
De nuevo ocn el alma en el cuerpo, todo el Monumental gritó y cantó por el campeonato. Con River en la cima con Gimnasia, a dos fechas del final, la ilusión es grande y, pese a haber sufrido