Ayrton Senna, a 20 años de la leyenda
Senna fue uno de los más grandes pilotos de F1. Falleció durante el Gran Premio de San Marino en 1994, cuando ostentaba tres títulos del mundo
1 de mayo de 2014
Marcó una era en el automovilismo, fue el rey de la Fórmula 1 y se convirtió en el héroe de una nación. Pasaron 20 años del día que Ayrton Senna dejó su vida en el circuito de Imola, en el Gran Premio de San Marino.
Ese día corrió como tricampeón de la categoría, era la estrella de la pista. Su muerte lo transformó en leyenda.
Había nacido en 1960, en San Pablo. Siempre humilde en una familia adinerada. Su padre, Milton da Silva, y su madre, Neyde Senna, hicieron que a los cuatro años tenga su primer kart con un motor pequeño.
A los 8 años ya humillaba adolescentes de hasta 18. Su primera competencia la hizo a los 13. En 1976 gana el Campeonato Paulista de Karting, y un año después se alza con el Campeonato Sudamericano en Uruguay. Pero el dinero no hace al talento. Si en 1978 dejó sus vínculos afectivos en Brasil, por ir a competir a Europa, fue porque su calidad era única.
En 1984 llegó a la máxima categoría. Debutó en Rio de Janeiro y consiguió sus primeros puntos en Sudáfrica. La escudería Toleman no tenía maquinas capaces de ganar carreras.
Pero en las lujosas calles del Gran Premio de Mónaco, una pista estrecha que da margen de error, el joven Ayrton lo logró. Figuras como Niki Lauda, Keke Rosberg y Alain Prost lo veían pasar deslizándose con la lluvia que bañó al Principado ese día. Las precipitaciones serían relevantes en su historia.
Senna ganó el Mundial de 1988, 1990 y 1991. Tiene más de 80 podios entre sus carreras con Toleman, Lotus, McLaren y WilliamsAyrton ganó seis de los siguientes ocho Grandes Premios y superó por puntos a Prost en la lucha por el campeonato. Todo se definió en Japón. Tras una pésima largada, donde perdió quince puestos, el cielo hizo su parte y comenzó a llover. Senna pasó a todos, incluso a su colega y logró su primer campeonato Mundial.
Estaba en la cima. Fue recibido en Brasil como héroe nacional. Tenía el mundo a sus pies. Se podía dar el lujo de coquetear con la bella animadora de televisión Xuxa en pleno show infantil. Luego tendrían un romance y hasta caminarían juntos por los paddocks del mundo.
El equipo Williams-Renault comenzó 1992 con avances tecnológicos que distorsionaron la competencia. Alain Prost se sumó al proyecto con una única condición en su contrato: que jamás le pongan a Senna de compañero. Él sabía que no podría contra él en igualdad de condiciones. El francés ganó el Mundial 1993 y anunció el retiro. El camino quedaba allanado. En Australia, la última carrera de la temporada, Senna dijo adiós McLaren con una victoria.
Williams lo elige en el 94, pero los componentes electrónicos terminan prohibidos por la FIA. Adiós al control de tracción, frenos especiales y la suspensión electrónica. Senna se encontró con un coche inestable y dubitativo. El Bennetton de un alemán llamado Michael Schumacher hacía un mejor trabajo.
Llegó el día. Circuito de Imola, Gran Premio de San Marino. La prensa reclamaba una victoria obligada y la reacción de Ayrton Senna, que no lograba controlar su nuevo coche. Los entrenamientos hicieron un aviso con un accidente del nuevo brasileño, Rubens Barrichello, y con la muerte de Roland Ratzenberger.
El domingo 1 de mayo de 1994, los monoplazas se acomodaron en la pista para la carrera. En la salida hubo una nueva advertencia con un accidente entre Lehto (Benetton) y Lamy (Lotus). Todo siguió su curso.
En la sexta vuelta, Senna marchaba primero y Schumacher presionaba de atrás. El brasileño no dobló y viajó a 314 km/h hacia un golpe fatal. La pista se llenó de personal de seguridad. Luego vino un helicóptero, y por último el llanto.
A las tres horas se confirmó su muerte, a los tres días su cuerpo llegó a Brasil. Más de 2 millones de personas marcharon durante su sepelio. No faltó nadie. Hace 20 años, Ayrton Senna, luego de 161 grandes premios disputados, 65 primeros lugares en la parrilla, 41 victorias, 80 podios y casi 3.000 vueltas, hizo llover en los ojos del deporte.
El momento de la muerte de Senna