El obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, alertó que la crisis económica afecta "principalmente a los pobres". También cuestionó "cierta ineptitud para enfrentar al delito"
El presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, habló de la inseguridad y de la pobreza, y advirtió que "hay cierta ineptitud para hacer frente al delito" y que "el crecimiento [económico] se concentró en pocos bolsillos".
El obispo de Gualeguaychú alertó que "la expansión de las mafias del narcotráfico en el país no pudo lograrse sin cierta connivencia que tiene diversas connotaciones en varios niveles del Estado y de la sociedad".
"En parte existe cierta ineptitud para hacer frente al delito. Otros se hacen los distraídos y están también quienes son amedrentados con sobornos y extorsión", lanzó.
Lozano aseguró que "hay sectores que crecieron mucho económicamente" pero "ese crecimiento se concentró en pocos bolsillos" y consideró que las causas de la pobreza están relacionadas, en parte, "al trabajo no registrado o a los salarios insuficientes".
"Hay sectores que crecieron mucho económicamente. Ese crecimiento se concentró en pocos bolsillos y se distribuyó una parte", sentenció el obispo que conduce la diócesis de Gualeguaychú .
Además, opinó que los planes sociales "son necesarios para atender a las necesidades más urgentes", pero remarcó que "el camino para superar la pobreza es el trabajo debidamente registrado y con un salario justo".
El obispo analizó que " la inflación afecta especialmente a los más pobres, a los que tienen planes sociales o trabajos esporádicos y no registrados", aunque "también a los jubilados de haberes más bajos".
En este sentido, sostuvo que "los aumentos en los precios hacen que cada vez alcance el mismo dinero para menos cosas".
Aseguró que las causas de la pobreza que, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) volvió a subir en el ultimo trimestre de 2013 y alcanzó al 27,5 por ciento de la población, están vinculadas, en parte, al "trabajo no registrado y los salarios insuficientes".
En cuanto al flagelo del narcotráfico , el obispo descartó que Argentina vaya a parecerse a Colombia o México , pero advirtió: "Sí temo que podamos devenir en una Argentina peor que la de hoy, y que cada vez sea más difícil retroceder, lo cual no se logrará sin sangre inocente".
Al respecto, enfatizó que "la expansión de las mafias del narcotráfico en el país no pudo lograrse sin cierta connivencia que tiene diversas connotaciones en varios niveles del Estado y de la sociedad".