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21 de noviembre de 2024
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La Argentina del paco hace estragos en los jóvenes
Vecinos de Flores y Parque Chacabuco denuncian que jóvenes llegan en tren del GBA y roban para ir a comprar paco a la villa del Bajo Flores. La droga llegó para quedarse en la Argentina
13 de abril de 2014
Hay una Argentina real que viven sus ciudadanos a diarios. La otra, se observa desde un helicóptero en periódicos viajes desde Olivos, pero no llega a palpar los que está ocurriendo con la penetración del narcotráfico, que está destruyendo otra generación en el país.
En una denuncia que estremece, vecinos de Flores y Parque Chacabuco denunciaron una “ruta de la droga” que desemboca en la villa del Bajo Flores, no sin antes incluir robos y violencia.

Acusan a jóvenes que llegan desde el conurbano para ir a comprar paco a la villa 1-11-14, y, para financiar su adicción, roban todo lo que pueden en el camino.

La largada puede ser en Luján, General Rodríguez o Moreno: a lo largo de las siguientes 14 estaciones del tren Sarmiento se van sumando pasajeros a la ruta.

Todos bajan en la estación de Flores, caminan una cuadra, cruzan la plaza y, sobre Rivadavia, esperan el colectivo 76.

Enseguida estarán a las puertas de la villa 1-11-14, el lugar donde pueden comprar droga las 24 horas los 365 días del año, y adonde el secretario de Seguridad, Sergio Berni, con todo su voluntarismo a cuestas, nunca se animó a entrar.

La historia no termina allí: sobre Nazca aparecen autos y camionetas que hacen de remises gratuitos: suben de hasta cinco pasajeros que no se conocen van al mismo lugar, a hacer lo mismo.

Los llevan a la villa, los esperan, y los traen a Flores otra vez. Por las mañanas, los “remises”, para más adelante, del lado de San Pedrito, unas cuadras después de Directorio.

Un delegado de la línea 76 hace tres años que se reúne con gendarmes y policías para tratar esta problemática.

“Son pibes que se la pasan yendo y viniendo. Bajan del Sarmiento y roban lo que pueden para ir a comprar droga. Lo reducen (lo venden), consumen y cuando se les termina vuelven a subir al 76, bajan en plaza Flores y otra vez a manotear lo que puedan para regresar a la villa”, describe, según publica Clarín.

El colmo es que los jóvenes ofrecen a choferes lo robado: celulares, estéreos, relojes, cadenas.

En reuniones que Nielsen y delegados de otras líneas que tienen el mismo problema tuvieron en comisarías, llegaron a enterarse de policías que habían encontrado a jóvenes llegados de Entre Ríos saliendo de la 1-11-14 con drogas.

Flores y Parque Chacabuco integran la Comuna 7 de la ciudad. Entre el 1° de noviembre de 2013 y el 1° de abril de 2014 su asociación recibió 1.394 reportes de robos en la zona. Un 95% de delitos no son denunciados, porque la gente sabe que no vale la pena.

Roban en esos barrios para comprar drogas en la zona, algo que –según dice– sólo se repite en la Comuna 8, la de Lugano y Soldati.

La Asociación de Vecinos Autoconvocados de Parque Chacabuco y Flores también acusa de los robos a personas que viven en casas tomadas de la zona. Los vecinos dicen que hay “lugares históricos” donde se repiten los delitos. Se refieren a los años que llevan robando estéreos en Yerbal entre Boyacá y Donato Álvarez. O a los arrebatos a jubilados que salen de los bancos de Terrero y Rivadavia.