El líder del PRO rechazó la medida de fuerza porque "no va a cambiar la situación" de la Argentina. Pidió terminar "con el autoritarismo del piquete"
El jefe de Gobierno porteña, Mauricio Macri optó por cuestionar en duros términos el paro nacional convocado por las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y en principio, advirtió que la medida de fuerza "no va a contribuir en nada" debido a que "no va a cambiar la situación".
El jefe de Gobierno porteño aclaró que está "de acuerdo con el contenido del reclamo" pero, como de costumbre, pidió terminar con "el autoritarismo del piquete". "Si hay gente que no quiere parar, la obligan a parar con la amenaza", recordó.
"Moyano y Barrionuevo saben que esto mañana no cambia", insistió Macri y no dejó pasar la oportunidad para promocionar su candidatura presidencial. "En la Argentina que viene habrá posibilidad de diálogo" – prometió – "Ese es el desafío de la Argentina que viene, que arranca con escuchar al otro y entender que uno no es dueño de la verdad".
Consultado acerca de los alcances de la medida de fuerza, el jefe de Gobierno porteño reconoció que "la Ciudad está vacía" por el paro de trenes, colectivos y subtes, así como por los piquetes que bloquean los principales accesos y algunas de las avenidas más importantes del distrito.
Para aquellas familias que tengan posibilidad de llevar a sus hijos, confirmó que "las escuelas están abiertas". También para que los menores de barrios más carenciados no se queden sin su almuerzo diario se organizó un operativo para "cambiar la comida caliente por viandas" que puedan ser retiradas.