Barcelona consiguió un triunfo difícil en su visita al Espanyol, en el clásico catalán, donde ganó 1 a 0 con un gol de Messi de penal, y consiguió una victoria ajustada desde el resultado pero mucho más grande desde el juego.

El triunfo lo dejó como el único líder de la Liga Española hasta que juegue el Atlético Madrid.

El equipo del "Tata" Martino fue superior pero le costó llegar al gol. En el primer tiempo, Neymar volvió loco a toda la defensa local, generó peligro constante en el área del Espanyol pero nunca pudo ser concreto para abrir el marcador.

Messi tuvo una tarde irregular. Por momentos no estuvo muy activo en el juego pero siempre buscó la posibilidad de pesar en los últimos metros. Intentó generando paredes con Pedro y Neymar, o jugando con los laterales para abrir la cancha. La defensa local se atrincheró en el fondo y logró mantener el cero.

Espanyol reaccionó cuando promediaba el primer tiempo. Comenzó a atacarlo más al Barcelona y trató de generar espacios con pases en profundidad para jugar a la espalda de los centrales. Piqué se afirmó en el fondo y ordenó la última línea para no pasar peligro. Poco trabajo tuvo el arquero Pinto, que jugó su primer partido como titular después de la lesión de Víctor Valdes.

El único gol del encuentro llegó después de que Javi López tocará con la mano una pelota que se quiso llevar Neymar adentro del área. El árbitro no dudó y cobró penal. Messi lo cambió por gol y Barcelona logró obtener un triunfo que le costó mucho y tiene un gran valor en la ajustada pelea por liderar la liga.