En medio de la tierra de nadie en que se convirtió el conurbano y buena parte de la Argentina, el gobierno de Daniel Scioli salió a anunciar que se instalarán cámaras en los colectivos que circulan en la provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de contener la ola de crímenes.

El asesinado de un joven aprendiz de colectivero de apenas 22 años, ocurrido en Villa Celina, fue la gota que rebasó el vaso.

Los choferes lanzaron de inmediato una huelga que causó un caos para 1.500.000 personas que debían regresar de Capital al conurbano.

El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, anunció que se colocarán cámaras de seguridad en los 8 mil colectivos que trabajan entre provincia y ciudad de Buenos Aires, luego de que un conductor de la línea 56 fuera asesinado por asaltantes en la localidad de Villa Celina.

Luego de un encuentro con el jefe de la UTA nacional, Roberto Fernández, Granados señaló que los policías que viajen en colectivo vayan en los primeros asientos y se reeditará así el sistema de "comando de patrullas".

El ministro bonaerense se reunió con el gremio para analizar la situación de los choferes que trabajan en horario nocturno en el Gran Buenos Aires, quienes ayer realizaron un paro de 12 horas, que afectó a millones de pasajeros, ante la ola de inseguridad.

Granados anunció que además de las cámaras de video, se "reeditará el viejo sistema de patrullas" y que 1.000 vehículos van a "interceptar colectivos y hacer procedimientos".

Miles de personas se vieron afectadas por un paro de colectivos que comenzó al mediodía y terminó a las 24. La medida fue anunciada por el gremio que agrupa a los choferes como reacción al asesinato de un conductor en Villa Celina.

Por el crimen de Leonardo Paz (22), el joven colectivero de la línea 56 asesinado en la madrugada del viernes mientras realizaba su recorrido, un hombre fue detenido en las últimas horas con un arma similar a la usada para el crimen.