La automotriz Volkswagen Argentina anunció que suspenderá a parte de su plantilla durante unos cuatro días debido a la caída de sus ventas, y ya adelantó que bajará su producción diaria en la planta de la localidad de Pacheco, provincia de Buenos Aires de 470 a 450 unidades.

La caída de las ventas y las exportaciones en el sector, derivada de la última devaluación, es una de las principales causas esgrimidas por la empresa, en cuya planta trabajan unos 5500 empleados.

La medida, adoptada ahora por Volkswagen, pero que ya adoptada por algunos de sus competidores, regirá a partir del miércoles próximo, por lo que los representantes gremiales de Smata ya se pusieron en alerta ante el peligro de una ola de despidos, teniendo en cuenta que los objetivos que plantea la empresa, "se podría alcanzar con sólo dos de los tres turnos de trabajo actuales".

Sin embargo, las autoridades de la firma explicaron que las suspensiones son una "parada técnica" que tiene por objetivo realizar "tareas de mantenimiento y de mejora de los procesos". Y aclararon que se les pagará el total de los sueldos a los operarios y que la suspensión no abarcará a todo el personal, sino a una parte.

Entre enero y febrero, Renault, Fiat y Peugeot aplicaron la misma receta. Lo mismo sucedió en algunas autopartistas. Todo, según denuncian por lo bajo los operarios no alineados a la conducción de SMATA, que dirige el kirchnerista Ricardo Pignanelli, ante la pasividad del sindicato.

La producción de automóviles registró en enero un descenso del 18% respecto de igual mes del año anterior y la caída llegó a 19,5% en relación a diciembre, según informó hoy la Asociación de Fábricas de Automotores de la Argentina (ADEFA).

Las exportaciones tuvieron una baja del 19% con relación a diciembre y un retroceso del 19,1%, comparado a igual mes del año anterior. En tanto, las ventas a concesionarios verificaron una contracción del 47,4% respecto de diciembre, y de 19,5%, con relación a igual mes del año pasado.