Lo admitió el gobierno a través de su ministro de Defensa, Agustín Rossi. Es la primera vez que lo hace un integrante del kirchnerismo. El drama del narcotráfico golpea duro
Tras un duro comunicado de la Iglesia sobre la situación de los jóvenes y la droga, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, reconoció el avance del consumo y la elaboración de estupefacientes.
“La Argentina era un país de tránsito y ahora es un país de consumo. Y lo más grave que también es de elaboración. Me parece que allí hay que poner el esfuerzo de toda la inteligencia criminal”, aceptó el funcionario.
La admisión de Rossi, abordando una materia que no está bajo su esfera (la responsabilidad sobre la lucha contra el narcotráfico la comparten el Sedronar y el Ministerio de Seguridad) derivó en la repetición de una vieja estrategia del kirchnerismo: exponer al territorio santafesino, gobernado desde hace 6 años por el socialismo, como el principal foco de crecimiento del narcotráfico.
“Rosario es una de las ciudades donde el crecimiento del delito narco ha sido exponencial desde el 2010 hasta estos días”, puntualizó Rossi.
La ciudad es el principal bastión del socialismo, que se repite en el poder desde 1989. El ministro explicó que el problema en Santa Fe –donde el propio Rossi sufrió varios traspíes electorales– se agrava por la “connivencia entre las fuerzas de seguridad provincial con la organización narco”.
Así, explicó, “el delito encuentra un campo como para avanzar de manera importante”