Con menos manipulación, el nuevo Indice de Precios Nacional Urbano (IPCNu) arrojó para enero una suba del 3,7%, el nivel más alto reconocido desde el 2002, en lo que constituiría un giro en la controversial política estadística oficial.

El esperado dato lo anunció esta tarde el ministro de Economía, Axel Kicillof, tras una extensa conferencia de prensa en la cual se explicaron los pormenores del nuevo índice de precios, que debió ser modificado tras fuertes cuestionamientos locales e internacionales.

Anualizado, este nivel de inflación se proyectaría al 45 por ciento anual, aunque Kicillof aclaró que en enero tuvieron fuerte impacto la devaluación y la disparada del dólar blue, al cuestionar supuestos intentos de "desestabilización" de los mercados.

En una conferencia en el Palacio de Hacienda, el ministro precisó que el rubro que más subió en el primer mes del año fue Atención Médica y Gastos para Salud, con el 5,9%.

Luego lo siguieron: Transporte, con el 5,4%; Equipamiento para el hogar, con el 4,3%; Alimentos y Bebidas, con el 3,3%; Vivienda con el 2,2% e Indumentaria con el 0,8%.

En la conferencia, Kicillof advirtió que "los precios no deben fijarse por las dudas, ni por el dólar ilegal".

Admitió que "era imperioso actualizar" el índice de precios y criticó las mediciones de consultoras privadas por "tener un contenido oscuro, opaco y no se sabe cómo se confeccionan".

Dijo que "han intentado privatizar los índices de precios con escasísimo rigor" en referencia a las mediciones de las consultoras.

Señaló que las consultoras privadas relevaron en promedio una suba del 4,6% en enero, pero precisó que las mediciones varían entre el 3,5% y el 6,1%.

Aseguró que el nuevo índice representa "un cambio cualitativo en cuanto a las mediciones anteriores", ya que tiene en cuenta la evolución de la economía, la población y los costos.

"En enero todo era una excusa para subir y la relación de precios y dólar se puede medir en qué parte de la economía tienen sus costos en dólares", afirmó.