Si bien le echa la culpa a los formadores de precios, la jefa de Estado reconoció las remarcaciones y dijo que "nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos"
Cristina Fernández descubrió que en la Argentina la inflación se fue de las manos, un proceso que comenzó casi con el inicio de su gobierno, y que se dedicó a ocultar mediante la manipulación del INDEC.
La presidenta cuestionó los aumentos al sostener que "nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos".
A través Facebook, dijo que "estar unidos no significa pensar lo mismo en todo, estar unidos no significa no tener diferencias, pero nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos, después del esfuerzo que nos ha costado llegar a todos hasta aquí".
"Por eso no importa el barrio, podés vivir en Villa Lugano o en Recoleta, pero a nadie le gusta que le saquen las cosas o les pongan las cosas a lo que no vale, a nadie le gusta, yo te lo puedo asegurar, a nadie", sostuvo Cristina, quien parece querer explicarle a los argentinos lo que vienen padeciendo desde hace cinco años.
"Tenemos que ayudar a que eso no suceda, porque hemos trabajado mucho, porque el Estado ha puesto mucho, no este gobierno, el Estado, los propios argentinos. Cuidar estos logros, en definitiva, es cuidarnos a nosotros mismos como sociedad", dijo la mandataria, cuyo gobierno atraviesa una crisis de grueso calibre.