Cuando la Argentina aún llora a los siete bomberos y dos rescatistas que murieron mientras intentaban combatir un incendio en Barracas, el papa Francisco envió una nota para pedir por el "eterno descanso" de los fallecidos y acompañar a quienes "están abatidos por tan lamentable suceso".

En el escrito que envió a través de la Nunciatura Apostólica, el Sumo Pontífice sostuvo que se halla "profundamente apenado" por el "voraz incendio producido en el barrio de Barracas, de Buenos Aires, en el que han perdido la vida algunos bomberos y otras personas que luchaban tenazmente por apagarlo". "Quisiera transmitir a todos mi cercanía y decirles que me siento muy unido a los que sufren", señaló el obispo de Roma.

El nuncio apostólico, monseñor Emil Tscherrig, remitió el mensaje papal al arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, y le expresó que se une "en la oración por todos los que han perdido la vida, los heridos y damnificados"

Jorge Bergoglio, quien antes de asumir al frente de la Iglesia católica se desempeñó como arzobispo de Buenos Aires, pidió a Dios que "otorgue consuelo y fortaleza a los afectados por tan trágica desgracia e inspire a todos sentimientos de solidaridad fraterna, que ayuden a afrontar esta adversidad de la mejor forma posible".

Francisco invocó "la amorosa protección de nuestra Señora de Luján" y dirigió "una palabra de esperanza a las familias de quienes lloran tan sensibles pérdidas y también a quienes aguardan con confianza el restablecimiento de la salud de sus seres queridos".