Era un actor de raza y a pesar de ser austríaco supo ganarse un lugar en Hollywood.

El actor austríaco Maximilian Schell, ganador de un Oscar en 1961 como mejor actor por la película "El juicio de Nuremberg", falleció a los 83 años, "como consecuencia de una enfermedad grave y repentina". Nacido en Viena y exiliado con sus padres en Suiza tras la anexión de Austria por los nazis, en 1938, Schell regresó a Austria después de la guerra y junto a su hermana menor, Maria Schell, fueron dos de los actores europeos que lograron hacerse un sitio en Hollywood.

En 1961 recibió el Oscar a mejor actor por su papel de abogado de un criminal de guerra nazi en la película de Stanley Kramer "Juicio en Nuremberg", en la que compartió cartel con Marlene Dietrich, Burt Lancaster, Spencer Tracy y Richard Widmark.