El presidente de Francia admitió que su matrimonio está pasando "momentos difíciles" luego de que una revista dijo que tiene una amante
El presidente francés François Hollande definirá su relación con Valérie Trierwailer, la actual primera dama de Francia, antes del viaje oficial que debe realizar a Estados Unidos, por invitación del presidente Obama y su esposa, el 11 de febrero.
Frente a 580 periodistas de todo el planeta que asistían a su conferencia de prensa semestral, Hollande respetó la vieja tradición francesa de separar vida pública y privada, pero se negó referirse al escándalo desatado por la publicación de su romance con una conocida actriz francesa.
"Las cuestiones privadas se tratan en privado. Hoy no responderé a ninguna pregunta de esa naturaleza. No es ni el momento ni el lugar apropiado", dijo al presidente, que lo interrogó sobre la situación de Trierweiler.
"Todo el mundo, en su vida personal, puede atravesar momentos difíciles. Es nuestro caso. Se trata de un un momento doloroso", señaló.
Sin embargo, desde el viernes, cuando la revista Closer desató el escándalo, el planeta esperaba una clarificación de su parte.
Sobre todo esperaban una indicación de lo que será el futuro de la actual primera dama francesa, con quien no está casado, que tuvo que ser hospitalizada tras la publicación de las siete páginas de fotos comprometedoras de la revista Closer.
A esa pregunta, François Hollande respondió: "No existe el estatus de primera dama en Francia. Nunca existió", dijo en forma terminante.
"Hay por el contrario una práctica que varió con el tiempo, se trata de una tradición. Para mi, lo esencial es la transparencia. El nombre del cónyuge del jefe del Estado debe ser conocido, publicado", precisó.
En todo caso, las respuestas del presidente confirman las versiones de allegados a Valérie Trierweiler, según las cuales la pareja se ha dado un periodo de reflexión. Esas mismas fuentes afirman que la ex periodista estaría dispuesta a perdonar.
El mandatario también evacuó en forma expeditiva el segundo interrogante mayor de esa conferencia: ¿cómo es posible que el jefe de la quinta potencia del mundo se desplace solo, con un guardaespaldas y el chofer de su moto de tres ruedas, por las calle de París, como lo hace cada vez que va a ver a su amante?
"Mi seguridad está asegurada en todas partes y en todo momento. Adonde vaya, estoy protegido, que nadie se inquiete", respondió.
Hollande reivindicó enseguida su derecho a la libertad de "circular por donde y cuando quiera, estando siempre protegido".
Pero Hollande estaba dispuesto a utilizar su conferencia de prensa para imprimir un nuevo impulso a su gobierno con una serie de anuncios en materia económica. Con un aplomo que dejó asombrados incluso a quienes lo conocen bien, el presidente se lanzó en un detallado resumen de lo que hará su gobierno para 2014.
Entre esos anuncios, el proyecto más importante es el un proyecto bautizado "el pacto de responsabilidad". El Estado hace importantes concesiones para reducir el costo del trabajo; las empresas -a cambio- crean empleos.
Hollande respondió, por fin, a aquellos que se preguntan cómo ese hombre, que nunca se casó, pero vivió maritalmente con dos mujeres -Segolène Royal, con quien tuvo cuatro hijos, y Valérie Trierwailer- podrá presentarse ante el papa Francisco el 24 de enero después de este escándalo de alcoba.
"Al Vaticano no iré como católico sino como jefe del Estado francés. A ver a otro jefe de Estado", señaló.