El ministro Axel Kicillof desmintió que existan enfrentamientos entre los integrantes del equipo económico del gobierno nacional, en momentos en que crecen los cuestionamientos al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y arrecian las versiones acerca de una posible renuncia del CEO de YPF, Miguel Galuccio.

Al ser consultado respecto a esta última cuestión, el titular del Palacio de Hacienda advirtió: "Esas cuestiones resultan un poco graciosas, lo mismo que las telenovelas que intentar armar entre los miembros del Gabinete".

En ese sentido, el hasta hace poco viceministro de Economía rechazó la lectura de que la decisión de no avanzar en un aumento al Impuesto a los Bienes Personales fuera una desautorización directa hacia Echegaray. "Medidas en estudio hay montones, eso es objeto de debate y discusión. ¿Qué esperan? ¿Que no discutamos la conveniencia de las medidas?", apuntó.

En una improvisada conferencia de prensa en las puertas del ministerio señaló: "Si alguien dice 'estamos estudiando' y alguien dice que no se va a hacer, no es que hay un conflicto". "Puede haber distintos puntos de vista al interior del Gobierno, pero hay una sola cabeza que toma las decisiones que es la Presidente", advirtió.

Por otra parte, Kicillof se refirió a las negociaciones que mantienen con Repsol para el pago de una compensación por la estatización de YPF: "El acuerdo es muy complicado, pero está avanzando muy bien. Es una empresa privada que tiene que hacer sus consultas y procesos de aprobación. Una vez que tengamos una respuesta lo anunciaremos".

A su vez, el ministro de Economía evitó pronunciarse acerca de la posibilidad de que se desdoble de manera oficial la cotización del dólar. "Si hay algún anuncio para hacer, lo vamos a hacer. Pero una cosa es aceptar los ritmos que tiene la gestión y otro punto es tratar de forzar definiciones sobre distintos aspectos", advirtió.

Desde la semana pasada, Echegaray quedó en el centro de las miradas por dos cuestiones distintas. Por un lado, el anuncio de que no se analizan cambios en el Impuesto a los Bienes Personales fue leído como una directa desautorización a sus dichos, luego de que afirmara que esa medida iba a ser presentada en sesiones extraordinarias. Por otra parte, su viaje de vacaciones a Brasil le sumó cuestionamientos desde buena parte del arco opositor.