El Departamento de Estado recriminó a la Argentina por permitir el evento contra Bush. "Lamento que esa protesta se haya realizado allí", dijo un alto funcionario norteamericano
El número tres del Departamento de Estado norteamericano, Nicholas Burns, recriminó hoy públicamente al gobierno de Néstor Kirchner por permitir la organización de un acto contra el presidente norteamericano , George W. Bush, organizado hace dos semanas por el mandatario venezolano, Hugo Chávez, en el estadio de Ferrocarril Oeste.
"No creo que fuera lo correcto", dijo Burns durante una conferencia sobre el reciente viaje de Bush a América latina, celebrada en el centro de estudios privado Consejo de las Américas en Washington.
"Lamento que esa protesta se haya realizado allí el mismo día que nuestro presidente estaba en Montevideo", manifestó Burns.
Luego, dirigiéndose directamente al embajador argentino en Washington, José Octavio Bordón, presente entre los asistentes a la conferencia, Burns dijo que lo lamentaba, pero que ése era el sentimiento que tenía su gobierno.
El acto organizado el 9 de marzo pasado en el estadio de Ferrocarril Oeste, en consonancia con la gira de Bush a diversos países latinoamericanos, ya había sido cuestionado por fuentes oficiales del gobierno norteamericano. Sin embargo, esta es la primera vez que un funcionario de ese país se refiere públicamente al hecho.
En la Argentina, el discurso pronunciado por Chávez ante un escenario colmado de militantes de izquierda se vivió como una fiesta.
El líder venezolano calificó a Bush como un "cadáver político". "Ya ni siquiera huele a azufre, exhala el olor a los muertos políticos y en poco tiempo se convertirá en polvo cósmico y desaparecerá del escenario", manifestó Chávez, en una de las partes más duras de su alocución.