El gobierno salió a bajarle el tono a las diferencias sobre el impuesto a la riqueza. Ya antes había ocurrido una situación similar con De Vido por los cortes de luz
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, tuvo que salir a explicar cómo debía interpretarse una frase suya con la que evitó contestar con claridad sobre el proyecto de modificación del impuesto a los Bienes Personales.
Con su explicación, el chaqueño intentó desmentir que existan lo que el llamó “supuestas contradicciones” con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray.
“Se pretenden establecer supuestas contradicciones. Lo que transmito es lo siguiente: se hace aparecer como una contradicción y no hay ninguna contradicción”, dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, que fue más breve que en otras oportunidades.
“Hay una frase que lo dice todo”, agregó antes de citar textualmente lo que contestó sobre el proyecto para modificar Bienes Personales: “No está determinado el tema de bienes personales no incorporados al proceso económico con respecto a su definición final y definitiva”, señaló.
Tras citarse, reclamó que "nadie interprete incorrectamente lo que expreso. Que no se interprete en forma incorrecta o antojadiza expresiones que son muy claras de mi parte”.
E insistió con que “no hay ninguna contradicción” entre lo que él dijo ayer y lo que había anunciado y más tarde ratificó Echegaray (que el Gobierno estudia modificar el impuesto a los Bienes Personales para que se pague por el valor de mercado de las propiedades y no por el valor fiscal).
Palabras más o menos, explicó que “el proyecto se eleva en distintas instancias de análisis técnico y luego se eleva al Congreso con la firma de la presidenta Cristina Kirchner; y como ese proyecto (aún) no fue elevado en consecuencia no hay ninguna contradicción” entre lo que dijo Echegaray y su frase de ayer.
Las declaraciones del ministro coordinador surgen luego de que Echegaray anunciara en las últimas horas que se prepara un proyecto de ley para reformar el impuesto a los bienes personales, de manera que las propiedades que se declaren estén sujetas al pago del tributo en función de su valor de mercado y no de su valor fiscal.
Los dichos del titular de la AFIP encendieron una señal de alarma entre operadores económicos y también en un porcentaje de la población.