En el mundo la crueldad de la que es capaz el ser humano sigue sorprendiendo. Un ejemplo es lo macabra que fue la purga aplicada por la dictadura del norcoreano Kim Jong Un al ejecutar en una forma inédita y casi indescriptible a su tío y número dos del régimen, Jang Song Thaek.

El método elegido no fue el habitual en ese país, el fusilamiento o la horc, sino que lo arrojaron a una jaula donde 120 perros de caza hambrientos lo atacaron hasta matarlo y luego lo devoraron.

La información la dio el diario Wen Wi Po, órgano vocero en Hong Kong del Partido Comunista Chino.

Jang fue sentenciado a muerte pero no se le aplicó una ejecución normal, sino la llamada “Quan Jue”, que consiste en exponerlo a la ferocidad de una jauría de perros hambrientos.

El ex hombre fuerte del régimen, junto a cinco colaboradores muy estrechos, fueron desnudados y encerrados en una celda donde se cumplió la condena.

La consumación de la ejecución duró aproximadamente una hora y fue presencida por el propio Kim Jong Un, su hermano Kim Jong Chol y otros 300 oficiales de las Fuerzas Armadas del país comunista.

Kim Jong Un habría ordenado semejante liquidación de su tío Jang Song Thaek –de 67 años– porque desafió su poder y, según las denuncias, hizo suculentos negocios ilegales con sus vecinos chinos.

Durante el juicio se lo acusó de “arribista político despreciable y embustero”, de “escoria humana” y de cometer actos “depravados” como abuso de drogas y vincularse con prostitutas.

También se alegó que se había inclinado por una “forma de vida capitalista decadente”, malgastando millones de dólares en un casino extranjero. Pero lo que más influyó en todo el proceso es que Thaek intentó establecer un núcleo de poder paralelo con la supuesta intención de desplazar a Kim.

Para lograr esto estableció un fuerte vínculo con sus vecinos chinos, modelo que este dirigente proponia para su país. Jang estaba casado con la tía materna de Kim, Kim Kyong Hui, y durante un largo tiempo cumplió funciones como tutor del joven líder norcoreano desde que asumió el poder, hace dos años.

El 1 de enero Kimg Jong Un hizo la primera referencia pública a la ejecución de su tío y tutor durante un mensaje de Año Nuevo transmitido por la televisión oficial, aunque sin nombrarlo directamente.

Al comienzo del discurso dijo que esperaba que “las filas revolucionarias del Partido de los Trabajadores se hayan consolidado aún más” tras deshacerse de la “escoria disidente”. Remarcó la necesidad de tener una cohesión ideológica única dentro del partido, marcando así las diferencias con los disidentes internos.

“Debemos intensificar la educación ideológica entre los funcionarios, miembros del partido y otras personas para asegurarnos de que piensen y actúen en todo momento y en todo lugar, en consonancia con las ideas y las intenciones del partido”, sostuvo, para que no queden dudas de hacia piensa dirigir a Corea del Norte.