Una de las referentes de UNEN, Elisa Carrió, no descartó ser candidata en la ciudad de Buenos Aires y competir así para ser la sucesora de Mauricio Macri, en las elecciones de 2015.

"Todo se va a evaluar", admitió por primera vez., y de esa manera dejó abierta la posibilidad de dejar su sueño presidencial por el que ya compitió en tres oportunidades.

"En marzo del año que viene voy a decidir qué hago. Tenemos un equipo bárbaro para las dos cosas y lo voy a evaluar. Sí, todo se va a evaluar", aseguró la diputada nacional en un reportaje al diario Clarín. Esta posibilidad surgió nuevamente, esta vez desde la "mesa chica" de UNEN.

Pero a Carrió ahora le preocupan otras cuestiones que hacen al día a día de los ciudadanos como ser la inflación y la devaluación: "Son un cóctel explosivo", aseguró. Además, reveló que lloró por los saqueos de principio de diciembre y los cortes de luz, que le siguieron. Además, la dirigente contó que no se irá de vacaciones y criticó a quienes hacen campaña todo el tiempo.

"En marzo del año que viene voy a decidir qué hago"

"Uno puede proyectar irse de vacaciones o viajar a la Costa a hacer campaña. Pero a veces no se puede. La percepción colectiva es que no hay autoridad", señaló Carrió al diario que la entrevistó en su departamento de Barrio Norte.

Asimismo, "Lilita" sostuvo que "se puede tener Poder y mayorías parlamentarias, pero la autoridad es otra cosa. Isabel también era presidenta y no tenía autoridad", recordó para marcar una analogía con el actual gobierno de Cristina Fernández.

"Hay casi un abandono y el principal abandono es de la Presidente. Lo mismo pasa en Capital y en la Provincia. Macri no estaba cuando ocurrieron los cortes. Esto era una boca de lobo. Lo mismo Scioli, que estaba en la Costa con más de la mitad del conurbano sin luz", afirmó.

Para Carrió, tanto el kirchnerismo como el macrismos creían que "eran los campeones de la gobernabilidad" y la verdad es que "la realidad los tapó: no hay más relato". En tal sentido, la legisladora advirtió que "técnicamente la Argentina vive la anomia: hombres y mujeres sin ley, en el sentido de que no hay nadie en quien confiar".