La ola de calor agravó la encrucijada energética, donde con tarifas congeladas desde hace una década se invierte lo indispensable para mantener un servicio mínimo
Los '80 parecen regresar a la Argentina con su peor cara, ya que el gobierno admitió hoy la posibilidad de aplicar cortes programados de energía con el fin de paliar la crisis energética que le estalló en las narices a Cristina Fernández, tras negar los problemas de desinversión durante una década.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien en los últimos días se convirtió en el portavoz del sinceramiento y las malas noticias, reconoció que el Gobierno estudia junto con las distribuidoras la aplicación de cortes de luz programados, rotativos y por menor tiempo.
Capitanich pidió que sean coordinados por las empresas con la adecuada comunicación a los usuarios y adjudicó las dificultades a una ola de calor de larga duración.
Dijo que ya se reunió junto al Ministerio de Planificación Federal con empresas que "prestan servicios energéticos en el área metropolitana, y se hicieron proyecciones teniendo en cuenta las temperaturas que se pronostican y los horarios pico de consumo".
A prepararse para un verano complicado.