La presidenta Cristina Fernández encabezó este martes en la Casa Rosada la ceremonia de ascenso de oficiales superiores de las fuerzas de seguridad. La ceremonia se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, junto a la flamante ministra de Seguridad María Cecilia Rodríguez.

Tras el anuncio de Jorge Capitanich, se esperaba que la jefa de Estado oficializara el "reconocimiento económico" para el sector. Pero la mandataria no tomó la palabra, ni hizo anuncios, en un llamativo silencio.

Tras la ola de conflictos con la policía provincia, la Presidenta entregó los sables a los oficiales superiores de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería.

Cristina tenía como otra actividad prevista para esta jornada recibir a los dirigentes de la DAIA para un saludo de fin de año, en el marco de el malestar que asiste a la comunidad judía por el avance del memorándum de entendimiento con Irán