Tras una década de desinversión en medio de tarifas congeladas y costos dolarizados, el sistema eléctrico volvió a fallar a gran escala con la diferencia de que, esta vez, el gobierno debió admitir que no está en condiciones de hacer frente a la debacle enegética.

Apesar de que el ministro Julio De Vido dijo que el sistema eléctrico "opera con normalidad y cuenta con una reserva adicional de 2.500 megavatios", los cortes de energía se generalizan en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

Ante este escenario crítico, el gobierno pidió a la población que realice un "uso eficiente" de la energía. Una recorrida permitió comprobar que existen cortes de luz en Belgrano, Palermo, Balvanera, Colegiales, Caballito, Floresta y Villa Devoto. En territorio bonaerense, hubo fallas en Avellaneda, Quilmes, Lanús, San Isidro y Castelar.

En algunos casos, las distribuidoras interrumpen solo una fase para que los edificios puedan tener un servicio mínimo.