Las cerealeras hicieron un negocio redondo y el gobierno podrá exhibir como un triunfo que las reservas no perforarán el piso de los 30.000 millones de dólares, lo cual habría desencadenado alarmas en el mercado cambiario.
Tras dos semanas de negociaciones, las exportadores aceptarán liquidar en cuotas unos u$s 1.500 millones de dólares que mantenían retenidos de la última cosecha a cambio de un instrumento que les otorgará el organismo y que les dejarán un retorno del 38% anual.

El Banco Central entregará letras en pesos, a seis meses de plazo, que se ajustarán al tipo de cambio oficial.

El rendimiento estará representado por una tasa del 3,65% anual más la devaluación que se perciba hasta mediados de junio.

Los cerealeros se comprometieron a liquidar, al mismo tiempo, unos u$s 1500 millones, pero en cuotas de (casi) u$s 400 millones por semana.

La idea de dosificarlo fue un pedido del Central para que el efecto pueda prolongarse a lo largo de los próximos 30 días.

El BCRA, ahora conducido por Juan Carlos Fabrega, tendrá mayor margen para cerrar con suba de reservas cada rueda de diciembre y terminar el mes con un balance positivo o, al menos, neutro (una performance que logró en apenas un mes de 2013).

El Central viene de perder u$s 6.200 millones ininterrumpidamente desde agosto, pero con esto logrará quebrar la racha por primera vez en el semestre.