La protestas policiales y los saqueos que llegaron luego dejaron 10 muertos y afectan a 17 provincias.

Ocurre luego de que el conflicto policial iniciado la semana pasada en Córdoba se propagara por gran parte del país.

Policías de siete provincias mantienen protestas en distintos niveles y otras diez lograron encaminar la solución con propuestas de aumento salarial formuladas por los gobernadores.

Desde el inicio del conflicto, en Córdoba, ya se registraron nueve víctimas fatales. En Resistencia, Chaco, murieron al menos cuatro personas incluido un subcomisario que recibió un disparo durante los enfrentamientos y saqueos en varios puntos del Gran Resistencia.

Tenía chaleco antibalas pero el balazo ingresó en el abdomen por debajo de la línea de protección.

En Tucumán hubo dos muertos. Un hombre de 33 años falleció tras recibir un impacto de bala en el pecho, lo que, a su vez, le produjo lesiones complejas en los pulmones y riñones. El segundo muerto es una persona que chocó con su moto en Juan B. Justo y México. Según trascendió, el hombre habría formado parte de los saqueos. En Jujuy murió un adolescente de 15 años, quien participaba de los saqueos, y otros dos permanecían graves tras quedar lesionados durante episodios de saqueos.

En Concordia, Entre Ríos, el domingo a última hora murió electrocutado un hombre que intentó robar un electrodoméstico enchufado durante un saqueo y ayer la ciudad seguía cruzada por barricadas callejeras.

Los policías consiguieron que el gobernador Sergio Urribarri llevara el sueldo inicial a 8.536 pesos y les diera tres cuotas de 3.700 pesos en noviembre, diciembre y enero.

En la provincia de Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli anunció que el salario inicial para un policía será de 8.570 pesos y con esa oferta logró desactivar el conflicto con la fuerza de seguridad más grande del país, con 57.000 agentes.

Además, de Buenos Aires y Córdoba también habían conseguido un pacto salarial San Juan, La Rioja, Catamarca, Río Negro y Neuquén.

Desbordado, el Gobierno nacional debió trasladar gendarmes desde provincias que iban solucionando sus conflictos a las que comenzaban a mostrar contextos más violentos.