Por lo menos 62 personas murieron la noche del lunes en el incendio de un asilo de ancianos en el sur de Rusia cuyos equipos violaban las normas de seguridad, y donde el guardián tardó 20 minutos en llamar a los bomberos, que se encontraban a 50 km.

Poco antes, la agencia Interfax había señalado 63 muertos, citando a funcionarios locales.

Todas las personas que murieron, exceptuando a una enfermera, eran residentes de este asilo de ancianos de una aldea de la región de Kuban, anunció la oficina local del ministerio de Situaciones de Emergencia.

Treinta y cinco personas fueron salvadas y 30 de ellas tuvieron que ser hospitalizadas.

El cuartel de bomberos de la aldea de Kamyshevtskaia, que incluye un orfanato, dos jardines de infantes, una escuela y un hospital, había sido cerrado antes de Año Nuevo, indicó el canal de televisión ruso Pervy Kanal, que mostró imágenes del edificio de ladrillos devastado por las llamas.

"El número elevado de víctimas se debe al alejamiento del lugar con respecto al cuartel de bomberos, al mal estado de las medidas contra incendios, y al descubrimiento tardío de los hechos", destacó el ministerio de Situaciones de Urgencia en su comunicado.

El guardián llamó a los bomberos a las 01H11 hora local (22H11 GMT del lunes), o sea 21 minutos después de que comenzó a sonar una alarma de incendios a las 00H50, precisa dicho comunicado.

Los bomberos, que partieron un minuto después del llamado, tardaron 50 minutos en recorrer los 50 km que los separaban del asilo de ancianos, según la misma fuente.

El siniestro fue controlado poco antes de las 03H00 y totalmente apagado dos horas después.

La fiscalía y los ministerios del Interior y de Situaciones de Urgencia investigan en el lugar y examinan tres posibilidades: imprudencia con el fuego, cortocircuito o incendio voluntario.

Los funcionarios del ministerio dijeron que constataron al menos cinco violaciones de las reglas de seguridad en el edificio.

Según el Comité Técnico Internacional del Fuego, una organización con sede en París que agrupa a 50 países, en 2003 Rusia registró 19.281 muertos por el fuego, contra 4.300 en Estados Unidos y 500 en Francia.

En diciembre pasado, un incendio en una clínica de desintoxicación para mujeres drogadictas en Moscú mató a 46 personas. Las ventanas tenían rejas y una salida de emergencia había sido clausurada.

En julio de 2005, un incendio costó la vida a 25 personas en Ujta (gran norte ruso) en un centro comercial cuyo propietario fue acusado de "burdas violaciones de las reglamentaciones contra incendios".

En noviembre de 2003, 44 estudiantes, en su mayor parte africanos y asiáticos, fallecieron en el incendio de la Universidad Patrice Lumumba de Moscú.