El presidente norteamericano defendió su plan de enviar más tropas y pidió paciencia, en un discurso por el cuarto aniversario del inicio de la invasión a ese país
El presidente George W. Bush pidió hoy paciencia en la guerra en Irak y afirmó que la victoria "tardará meses, no días ni semanas".
En un discurso conmemorando el cuarto aniversario del inicio de la invasión al país árabe, Bush defendió su plan de enviar más tropas a Irak, declarando que "tomará más tiempo para que tenga efecto".
"Habrá días buenos y días malos mientras el plan de seguridad es implementado... Es tentador ver los desafíos que hay en Irak y decir que la mejor opción es empacar e irse a casa. Eso puede ser reconfortante a corto plazo, pero yo creo que las consecuencias para la seguridad de Estados Unidos serían devastadoras", dijo el presidente.
Dijo que su plan de enviar 25.000 soldados adicionales para establecer seguridad en Bagdad "necesitará más tiempo para surtir efecto", especialmente si se considera que menos de la mitad de los refuerzos arribaron a la capital iraquí.
Esta semana los demócratas presentarán en la Cámara de Representantes una ley de gastos de guerra que requeriría la retirada de las tropas estadounidenses para finales del 2008, además de proveer fondos para las guerras en Irak y Afganistán para el año. La Casa Blanca presionó contra esa propuesta y Bush volvió a hacerlo hoy.
Dijo que había recibido noticias de indicios positivos durante una reunión matutina sobre la guerra con su Consejo de Seguridad Nacional, y durante una conferencia televisiva a circuito cerrado con el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki desde Bagdad.
Bush criticó la propuesta legislativa demócrata, que él ha prometido vetar, calificándola de una abdicación del compromiso estadounidense con los iraquíes.
"Hay más trabajo que hacer, y los líderes iraquíes deben continuar cumpliendo con los objetivos que se han trazado", dijo. "Mientras los iraquíes trabajan para cumplir sus compromisos, nosotros tenemos nuestros propios compromisos importantes".
La ley propuesta en la cámara baja incluye un plazo del 1 de septiembre del 2008 para la retirada de las tropas norteamericanas.