Con pedidos de aumentos salariales del 20 por ciento, los gremios metalúrgicos, bancarios y ferroviarios, considerados sectores clave en el marco de las
negociaciones paritarias, volverán a reunirse esta semana con los empresarios para intentar definir el nivel del incremento.

En el caso de los metalúrgicos, las empresas ofertaron un aumento de sueldos del 10 por ciento, una cifra que fue rechazada por la Unión Obrera Metúargica (UOM) ya que no refleja el real incremento en el costo de vida.

Según consigna una cable de la agencia NA, tras el fracaso de las semana pasada, las negociaciones entre trabajadores y empresas del sector metalúrgico se retomarán este lunes.

También iniciará su ronda de paritarias el Sindicato Unico del Neumático, un gremio que integra la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

Los trabajadores piden un incremento del 38 por ciento, con un mínimo de 2.400 pesos para poder cubrir el valor de la canasta básica.

Por su parte, los dirigentes de la Asociación Bancaria que encabeza Juan José Zanola volverán a reunirse el jueves con las entidades financieras en la sede de la cartera laboral.

En este caso, las dos partes acordaron pasar a un cuarto intermedio en las negociaciones iniciadas también la semana pasada.

Otro de los gremios clave en estas discusiones, es el de la Fraternidad, que nuclea a maquinistas de trenes, que también exigió un aumento del 20 por ciento.

El reclamo salarial de La Fraternidad involucra a unos 4.500 trabajadores que se desempeñan en las cinco líneas ferroviarias metropolitanas.

Las discusiones salariales de los metalúrgicos y los bancarios son consideradas clave para el Ministerio de Trabajo, al igual que los mecánicos de SMATA.

A diferencia del año pasado, en el que la discusión salarial fue fijada a partir de lo acordado por el gremio de los Camioneros que encabeza el titular de la CGT, Hugo Moyano, esta vez las negociaciones están diversificadas.

En rigor, desde los gremios no quieren que se tome el índice inflacionario oficial para establecer los aumentos, porque consideran que no representa la verdadera suba en el costo de vida.

En tanto, los empresarios piden que el aumento tenga en cuenta la evolución del Indice de Precios al Consumidor y advierten que una suba mayor podría generar mayores presiones inflacionarias.