Kimi Raikkonen aprovechó la primera ocasión para demostrar la eficacia de su Ferrari adjudicándose este sábado la pole position del Gran Premio de Australia de Fórmula 1, aunque el domingo saldrá presionado por Fernando Alonso, que estrena su McLaren-Mercedes.

Los Ferrari llegaron como favoritos al circuito Albert Park de Melbourne, después de ver sus resultados en los entrenamientos invernales, y el finlandés se apresuró a demostrar que esa impresión estaba bien fundada.

"Pensamos que el margen de nuestro coche respecto a los demás es aún mayor en carrera que en clasificaciones", declaró Raikkonen, casi asombrado por su pole. "Simplemente lo hemos hecho lo mejor posible y eso ha bastado. Lo haremos aún mejor en carrera", advirtió Ice man.

Sin embargo, su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, sufrió una avería en la caja de cambios. "Nos da mucha rabia porque el auto rinde muy bien, así que esperamos que ésta sea la primera y la última vez que nos pasa algo así esta
temporada", lamentaba Massa, que saldrá 16º.

La mala suerte del brasileño, que en los entrenamientos del viernes estuvo impresionante, beneficia a los rivales de Ferrari, con McLaren-Mercedes en cabeza. "Saliendo segundo, podemos esperar ganar", decía Alonso, satisfecho con su posición.