Los detractores de la medida temen que se siga hacia el capitalismo y que permita legitimar privatizaciones poco transparentes de empresas estatales
El Congreso Nacional del Pueblo chino aprobó hoy por amplia mayoría la primera ley de propiedad privada del país asiático.
La medida fue aprobada tras varios años de debate sobre la normativa en el seno del Partido Comunista de China.
Al término de su sesión de este año en Pekín, sólo 90 de los 2978 diputados se negaron a aprobar la ley. Aunque los legisladores -que no son elegidos libremente- apoyan por lo general las propuestas del gobierno, se esperaba un mayor número de votos en contra y abstenciones.
La mayoría de los críticos de izquierda de la nueva ley temen que mediante la normativa China siga en ruta hacia el capitalismo. Otros advirtieron que luego podría legitimar privatizaciones poco trasparentes o ilegales de empresas estatales.
El Congreso también aprobó una unificación de la legislación tributaria, con la cual las firmas extranjeras pierden sus desventajas y quedan al mismo nivel con las compañías chinas.
Al término de la sesión de 12 días, el Congreso también aprobó el presupuesto, que prevé un aumento del gasto militar en un 17,8 por ciento. El informe del jefe de gobierno, Wen Jiabao, sobre el estado del país, también fue ampliamente aprobado, y sólo recibió 17 votos negativos y 10 abstenciones.
La ley de la propiedad, que otorga igual protección a la propiedad estatal y privada, refleja el "espíritu de reforma y apertura de China" y "protege el orden de la economía de mercado socialista", afirmó, según medios estatales, el funcionario de asuntos legislativos del Congreso, Wang Shengming.
La ley protege "ingresos legales, casas, artículos de uso diario, medios de producción y materias primas", así como herencias individuales, inversiones y ganancias de inversiones.
También se refiere a las compensaciones que deben recibir los afectados por las confiscaciones de tierras rurales y casas urbanas de propiedad colectiva.
"Una clara definición de propiedad y justa competencia son los requisitos básicos para el desarrollo de la economía de mercado socialista", señaló la semana pasada a los delegados Wang Zhaoguo, vicepresidente del comité permanente del Congreso.
Tras cinco años de debate ideológico, la nueva ley también tiene un impacto simbólico, al consolidar el papel del presidente Hu Jintao en la República Popular china, donde el Estado aún es dueño de toda la tierra.
Su aprobación es una "señal adicional de reforma y apertura", e indica que "China no iniciará una nueva ronda de disputa ´capitalismo o socialismo´", afirmó el miembro del comité permanente Liu Hezhang a la agencia oficial de noticias Xinhua.