La Cancillería planteó que es necesario que Naciones Unidas se expida sobre si hubo uso o o no de armas químicas. A la 18:30 misa en la Catedral convocada por el Arzobispado
El gobierno argentino manifestó su oposición a una intervención militar en Siria, luego del ataque químico presuntamente lanzado por el régimen de Al Assad contra la población la semana pasada y que dejo abierta la posibilidad de un ataque encabezado por los Estados Unidos.
En un comunicado oficial emitido, la Cancillería dejó en claro que "la Argentina se opone a una intervención militar ya que sin siquiera esperar a que las Naciones Unidas determinen si se utilizaron y quienes las utilizaron, implica una derrota del sistema multilateral y un menosprecio a su sistema legal".
"El surgimiento de las Naciones Unidas como órgano garante de la paz fue un avance fundamental que es necesario profundizar. En línea con lo expresado por la Presidenta Cristina Fernández, la responsabilidad de proteger civiles para justificar la intervención militar unilateral o por medio de alianzas circunstanciales puede dar lugar a que se abusen de los valores de paz y seguridad y se termine atacando precisamente los valores que se dice defender", asegura el comunicado.
En esa postura el gobierno argentino remarcó: "No sumemos nuevos horrores a los horrores que ya sufrimos", y luego agrega que la Argentina no considera que estén dadas "las condiciones para una solución militar extranjera ya que a pesar del tiempo transcurrido y de cientos de miles de víctimas, no se han puesto en práctica los mecanismos previstos en el derecho internacional".
"En síntesis, la República Argentina propone el embargo de armas, una intervención humanitaria liderada por el Secretario General, una reunión de emergencia de la Asamblea General o la acción en el terreno del conflicto de los cancilleres miembros del Consejo de Seguridad. Lo que Argentina jamás propondrá, ni avalará, es una intervención militar extranjera. El gobierno y el pueblo argentino no serán cómplices de nuevas muertes", cierra el comunicado.
Por su parte, el Arzobispado de Buenos Aires convocó a "creyentes y no creyentes" a una oración a las 18.30 en la Catedral Metropolitana (Av. Rivadavia y San Martín), donde estará monseñor Mario Aurelio Poli junto a representantes de distintos credos.
En un comunicado enviado esta mañana, la institución expresó que los "hermanos sirios" sufrían en este momento "el flagelo del enfrentamiento mutuo y la desolación", y pidieron hacerse eco del llamado a la paz y el diálogo realizado por el Papa Francisco.