La represión contra los seguidores del ex presidente Mohammed Morsi hace subir la cantidad de victimas. Hay mas de 3 mil heridos
La crisis política en Egipto ya generó en las últimas horas 525 muertos producto de los enfrentamientos producidos entre las fuerzas de seguridad y los islamistas, en uno de los capítulos más sangrientos de las últimas décadas, en un día negro para ese país donde también hubo 3717 heridos.
La violencia deja al mayor país árabe cada vez más cerca de una guerra civil, una situación que desestabilizaría aún más a una región ya en llamas. El gobierno militar decretó el estado de emergencia.
Los disturbios se produjeron luego de que el ejército y la policía desmantelaran con extrema violencia dos campamentos de protesta de los seguidores del ex presidente Mohammed Morsi en El Cairo -en las plazas de Rabaa al-Adawiya y Al-Nahda- donde murieron 81 personas.
Luego de la matanza, los Hermanos Musulmanes -la agrupación política de Morsi- llamaron a manifestarse a miles de islamista, quienes chocaron con las fuerzas de seguridad en varias ciudades del país.
La crisis llevó también a que el vicepresidente y premio Nobel de la Paz, Mohammed el-Baradei, renunciara a su cargo, a través de una carta en la que manifestó que había opciones pacíficas para poner fin a la crisis.
Tras el desalojo, los disturbios se extendieron primero a El Cairo, donde los seguidores de Morsi acampaban en las plazas desde que el ex presidente fue derrocado el 3 de julio, y luego al resto del país.