Fue fotografiado por un paparazzi en un boliche de stripers después de divertirse en una fiesta organizada por el brasileño Ronaldo
Parecía que a él nunca le iba a tocar pero finalmente pisó el palito.
Como casi todos los famosos, Lionel Messi -casado y con un hijo recién nacido- quedó en offside cuando un paparazzi lo fotografió con la cabeza apoyada sobre los pechos de una streaper en un boliche de Las Vegas.
Pudo haber sido una trampa, pero el mejor jugador del mundo cayó.
Las fotos, de baja calidad, las publicó el diario Muy en su tapa y se ve al astro del Barcelona pegado a una pomposa rubia en un boliche top de Las Vegas.
Para colmo, Messi fue invitado por el brasileño Ronaldo -quien tiene antecedentes de juergas- a una fiesta organizada en el hotel Encore.
Messi pasó a conocer el vip de "Surrender", un club nocturno que suelen frecuentar personajes de la farándula estadounidense.
Y no pudo resistirse a los grandes atributos de la anfitriona.
El problema para Messi no es solo que complica su bajo perfil, sino que deberá darle explicaciones a su mujer Antonella Roccuzzo quien, por ese entonces (la fiesta fue a principios de julio) estaba junto con su hijo Thiago de vacaciones en Ibiza.