Se fueron las cabezas del Banco Vaticano
Tanto el director como el subdirector presentaron sus dimisiones en medio de las investigaciones y acusaciones de corrupción y lavado de dinero
1 de julio de 2013
El director y el subdirector del Banco del Vaticano renunciaron en medio de nuevas revelaciones sobre un escándalo financiero, informó la Santa Sede el lunes.
El Vaticano informó que Paolo Cipriani y el subdirector Massimo Tulli entregaron sus renuncias "en el mejor interés de la institución y de la Santa Sede''.
Cipriani, junto con el entonces presidente del banco, comenzó a ser investigado en el 2010 por sospecha de violar leyes contra el lavado de dinero.
La policía había confiscado 23 millones de euros (30 millones de dólares) de una cuenta del Vaticano, en un banco de Roma. Ninguno de los funcionarios ha sido acusado formalmente y el dinero fue devuelto.
Pero el banco, conocido como el Instituto de Obras Religiosas, ha permanecido bajo sospecha de que ha sido usado como refugio de cuentas millonarias para evitar impuestos.
Horas antes se informó que un prelado del Vaticano arrestado en un caso de corrupción por 20 millones de euros (26 millones de euros) fue interrogado por magistrados italianos por primera vez y ha solicitado arresto domiciliario.
El abogado Silverio Sica dijo que monseñor Nunzio Scarano no está bien en la prisión Regina Coeli de Roma y aguarda una decisión sobre su solicitud.
Scarano fue interrogado durante unas tres horas el lunes por la jueza Barbara Callari, quien debe decidir si confirmará su arresto.
El prelado fue arrestado el viernes junto con otras dos personas en la investigación sobre una conjura para recibir en Italia 20 millones de euros de una cuenta bancaria suiza sin informar a las autoridades aduaneras.
Sica dijo que Scarano "reconoció que no era lícito'' pero que actuó para ayudar a sus amigos.
La fiscalía identificó a los amigos como la familia naviera italiana d'Amico.