Era el responsable de manejar bienes financieros del Vaticano. Junto a él detuvieron a un hombre del servicio secreto de Italia. El papa va a fondo
El monseñor Nunzio Scarano junto a un integrante de los servicios secretos italianos y un intermediario financiero fueron detenidos este viernes en el marco de una investigación de la justicia italiana sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano.
Contrariamente a lo que habían anunciado los medios italianos, el prelado detenido, o es el obispo de Salerno (sur de Italia), sino un sacerdote nombrado "monseñor", un título honorífico otorgado sólo por su antigüedad en la Santa Sede.
Los tres hombres son sospechosos de fraude y corrupción y fueron detenidos por la policía financiera tras una orden de la fiscalía de Roma, mientras Scarano también está siendo investigado por la fiscalía de Salerno por blanqueo de dinero.
Según el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, el prelado, miembro de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), el organismo que gestiona los bienes de la Santa Sede, fue suspendido "desde hace un mes, cuando sus superiores supieron que estaba siendo investigado".
Medios de comunicación italianos indicaron que la investigación que se saldó con el encarcelamiento de estas tres personas se centra en la repatriación a Italia desde Suiza de 20 millones de euros en metálico.
Estos 20 millones de euros pertenecerían a amigos de Scarano y el funcionario de contraespionaje italiano detenido se habría comprometido a hacer entrar el dinero en Italia en un avión privado, obteniendo una recompensa de 400.000 euros, según estas mismas fuentes.
Este hecho tiene el sello de papa Francisco que desde su lelgada la Vaticano impulsa una fuerte medida de transparencia en las finanzas del Vaticano.
Sorprendió el hecho de que el Papa haya comunicado su decisión a través de lo que los italianos llaman chirografo (documento autógrafo), como para subrayar su voluntad personal de que este tema se resuelva. “Su estilo confirma una determinación que atemoriza”, fue la reflexión del ensayista y periodista, Massimo Franco, miembro del Instituto Internacional de Estudios estratégicos de Londres, en el Corriere della Sera.
Con este motu proprio, Francisco quiere abrir la caja de Pandora, liberar lo que ésta encierre, saber qué pasa dentro del Banco. Para la comisión que creó, no habrá secreto bancario que valga, puesto que la ha dotado de poderes ilimitados para recabar toda la información necesaria a fin de cumplir la misión asignada.