Una trabajadora de la ciudad Belén, en el estado de Parana, se transformó este viernes en la segunda víctima de las protestas sociales que ocurren en Brasil, producto del enfrentamiento entre manifestantes y la policía.

Se trata de Cleonice Vieira de Moraes, de 54 años, que fue internada el jueves tras inhalar grandes cantidades de gas lacrimógeno lanzado por la policía militar para dispersar una manifestación.

La víctima se encontraba realizando su labor nocturna en el centro de la ciudad, cuando la marea de manifestantes se acercó al ayuntamiento. Entonces comenzó un intercambio con las fuerzas de seguridad.

Cleonice y otros empleados se resguardaron en un tranvía devenido atracción turística, lo que los dejó a resguardo de los proyectiles, pero no de los gases.

Después de la explosión de las bombas, la mujer, que tomaba medicamentos contra la hipertensión, sufrió un paro cardíaco y fue trasladada al hospital, donde terminó falleciendo horas más tarde.

Luiz Otavio Mota, secretario es Saneamiento Belén, se defendió de las críticas diciendo que los trabajadores no están obligados a permanecer en el lugar, y que lo ocurrido fue una fatalidad.