El canciller Timerman defendió la postura del "diálogo" del país ante la disputa por la soberanía de Malvinas. Criticó las decisiones de Gran Bretaña sobre las islas
El canciller Héctor Timerman postuló una vez más la actitud de la Argentina de resolver el conflicto de las Islas Malvinas por medio del "diálogo" pero también subrayó que "lamentablemente el fin de la controversia está secuestrado en Londres".
El canciller afirmó además que "hoy queda en evidencia que el anacrónico conflicto colonial y la obstinación en rehusar el llamado al diálogo irrita a cada vez más países que se manifiestan en diferentes foros internacionales y que la usurpación de los territorios no solamente ofende a la Argentina sino a toda la región, pues reconoce la causa como propia".
Timerman recalcó al hablar ente el Comité de Descolonización de la ONU donde fue abordada la disputa por la soberanía de las islas Malvinas, que el "silencio" y la "ausencia" de Gran Bretaña en la sesión "ponen en evidencia ante la comunidad internacional su negativa a acatar las resoluciones de Naciones Unidas, escudándose en una alegada voluntad de la población que implantó artificialmente en territorio argentino".
El jefe de la diplomacia argentina resaltó al respecto que "la parte británica se encuentra sin excusas para continuar evadiendo el diálogo, y por ello, recurrió a un nuevo intento de manipulación de la Cuestión Malvinas al pretender transformar al ocupante colonial en víctima y al país cercenado de parte de su territorio en el victimario".
Ello "mediante la organización de una consulta en las islas con resultado cantado", adhirió el canciller aclarando que las Naciones Unidas "no convocaron ni aprobaron la iniciativa".
Así, "Londres arma y desarma consultas de acuerdo a sus circunstancias estratégicas", aseveró Timeman citando ejemplos como lo ocurrido cuando el gobierno británico "no consultó a los habitantes de Hong Kong" al restituir dicho territorio ni "tampoco tomó en cuenta la voluntad de las autoridades democráticamente electas por el pueblo de las Islas Turcas y Caicos, en 2009, cuando suspendió la administración local del gobierno para transferirla al `gobernador de la Corona".
En ese sentido, el canciller aseguró que "lo que resulta paradójico es que para legitimar esta estrategia antijurídica el Reino Unido invoca la libre determinación de los pueblos".