Francisco, en su misa matutina en el Vaticano, calificó a los corruptos como hombres "que solo piensan en sí mismos y no necesitan a Dios"
El papa Francisco afirmó este lunes que los corruptos son "el anticristo", porque hacen daño a la Iglesia y son "un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan de Dios".
En otra fuerte homilía en su misa matutina en la capilla Santa Marta, armó una interesante parábola entre los lavadores de dinero con los labradores malvados del Evangelio de Mateo, y los tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos.
Francisco señaló que de los pecadores no es necesario hablar demasiado, "ya que todos los somos, nos conocemos desde dentro y sabemos qué cosa es un pecador y si alguno de nosotros no se siente así, que vaya a la consulta de un médico espiritual".
El Obispo de Roma añadió que la parábola habla de otra figura, la de los corruptos, aquellos que quieren adueñarse de la viña y han roto relaciones con el dueño de la misma, "un patrón (Dios) que nos ha llamado con amor, nos custodia y nos da libertad, pero esas personas se sienten fuertes y autónomas de Dios".
"Esas personas, poco a poco han roto esa relación con Dios y dicen: «Nosotros no necesitamos a ese patrón, que no venga a molestarnos»". Esos son los corruptos, aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero han dado un paso adelante, se han consolidado en el pecado", aseguró Francisco.