El obispo Jorge Lozano planteó la necesidad de un debate "más amplio" y con participación de los ciudadanos. Preocupa la "crispación"
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, criticó la premura con la cual se debatió la reforma de la justicia, y dijo que además del Congreso, también era necesario que participaran activamente los ciudadanos y los académicos.
"Es una pena que normas tan importantes para la República no cuenten con el debate suficiente. El debate no sólo en el ámbito del Congreso sino también de la ciudadanía y de ámbitos académicos, para poder tener un mayor consenso y una mayor convicción de que el camino es el correcto y no un camino tan apresurado", expresó el prelado.
Lozano reconoció que hay preocupación en la Iglesia por "las situaciones de crispación que dificultan llegar a consensos o decisiones aun con disenso pero un clima de mayor cordialidad", y no sólo en este tema.
Lozano recordó que ya en 1997 la Conferencia Episcopal Argentina emitió un documento por una iniciativa semejante de reforma del Consejo de la Magistratura durante la presidencia de Carlos Menem, advirtió que esto es "algo que cada tanto aparece y viola el sistema democrático y republicano tan cual está planteado en la Constitución".
"La convivencia democrática nos invita a saber que aun cuando pensemos distintos podemos construir por el bien común y las necesidades de los más pobres", agregó..
El lunes, Lozano reiteró que la Iglesia hubiese preferido que la reforma judicial que se trata en el Congreso fuera fruto de "mayor diálogo" y recordó que el papa Francisco "nos advierte" sobre los problemas que plantea "estar encerrado en su propio mundo".