El nuevo titular de la iglesia porteña pidió multiplicar el "camino de la evangelización". En el acto oficial estuvieron Boudou, Macri, Randazzo y Vidal
Este sábado asumió el nuevo arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en un acto que contó con la presencia del vicepresidente Amado Boudou y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
Poli se hace cargo del lugar que ocupaba hasta el pasado 13 de amrzo el actual papa Jorge Bergoglio, y al acto no asistió la presidenta Cristina Fernández por su viaje a Venezuela, pero que pidió expresamente que Boudou en su rol institucional.
El flamante primado hizo un llamado para que pastores y pueblo fiel hagan "juntos el camino de la evangelización" y, tras destacar el "renovado gozo" de muchos argentinos de pertenecer a la Iglesia a raíz de la elección de Bergoglio papa, invitó a "ofrecer la riqueza del Evangelio a los que viven, trabajan y pastor nuestra Ciudad, de tal manera que conozcan a Dios Padre y sus dones de justicia, amor y paz".
"Que no me falte en este servicio el amor a los pobres, sufrientes y excluidos, que inspiró a nuestro patrono, el obispo San Martín de Tours, quien supo remover de su corazón toda indiferencia", sostuvo en una misa concelebrada por decena de obispos que llegaron desde Pilar en micros tras el plenario episcopal y cientos de sacerdotes.