En un cambio de estrategia en sintonía con el oficialismo, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo dijo que no se pronuncirá más sobre Francisco
La presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se sumó a la extensa lista de referentes kirchneristas que habían embestido contra el papa Francisco y ahora frenan sus acusaciones, y las aplacan en una clara estrategia que domina al oficialismo.
"Las abuelas no vamos a hablar más del tema", fue la respuesta que dio la dirigente de derechos humanos, al ser consultada si había cambiado de opinión con respecto al rol de Jorge Mario Bergoglio durante la dictadura militar.
Carlotto reconoció que el encumbramiento del ex arzobispo de Buenos Aires como la máxima autoridad de la Iglesia Católica es "una realidad" y abogó porque su nuevo rol le permita "abrir puertas para saber dónde están el resto de los nietos que faltan y los 30 mil desaparecidos".
Antes, la propia presidenta de Abuelas había afirmado que "Bergoglio pertenece a la Iglesia que oscureció al país".
Tanto Carlotto como Hebe de Bonafini, quienes cargaron con fuerza apenas fue nombrado Papa Francisco, han cambiado ostensiblemente su mirada con respecto a Bergoglio y que ahora, como por ejemplo de la titular de Madres, se permitió elogiarlo por su tarea pastoral que desarrolló durante décadas, pero que antes no le era reconocida.
Ambos cambios ocurrieron luego del encuentro que la presidenta Cristina Kirchner mantuvo con el sumo pontífice.
"Tenemos confianza y siempre con los abiertos los brazos y el corazón para escuchar. Si alguien tiene que rendir algo a la historia, corre por cuenta de esa persona", afirmó Carlotto.
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