Guillermo Moreno es el propulsor de una acción del gobierno para bajar el precio del dólar paralelo. Un virtual feriado cambiario hasta el lunes. Acciones para evitar una crisis
El Gobierno sigue adelante con su plan de emergencia que surgió el miércoles tras la reunión de la cúpula económica y la presidenta Cristina Fernández donde se decidió intentar hacer bajar el dólar paralelo y achicar al menor costo posible la subida de la moneda estadounidense en el mercado argentino.
Según fuentes muy cercanas al gobierno, la determinación fue aplicar "un plan coyuntural de acciones coordinadas" para sobrellevar con el menor costo posible la crisis del dólar y lograr una baja en la cotización en el mercado paralelo".
"La instrucción presidencial fue concentrarse en tratar de descomprimir la situación", admitieron diversas fuentes. La intención fue "ganar tiempo" para, en todo caso, ir diseñando medidas que le permitan atacar el problema de la desconfianza cambiaria más adelante y sólo "si es que persiste".
El grito de guerra es "el dólar a "$ 8,50" y bajo esa consigna se comenzó desde el jueves a operar sobre los mercados, y se intensifico este viernes con la mirada puesta en la semana corta que se avecina.
Aunque no se admitirá públicamente por razones obvias (se trata de operaciones ilegales), consistió en dotar de liquidez al mercado cambiario informal (mediante aportes de organismos y de algunos bancos y casas de cambio allegados) para frenar la escalada del paralelo.
El diario El Cronista reveló que Guillermo Moreno, uno de los motores de esta iniciativa, también declaró un virtual feriado cambiario: "No hay operaciones hasta el lunes", les habría manifestado a los cambistas.
Con ese abastecimiento, que reforzó una oferta que se venía mostrando muy raleada, el precio del paralelo terminaría el día retrocediendo 30 centavos (-3,4%), al caer de los $ 8,75 que marcó para la venta del miércoles a los $ 8,45 de ayer.