En una jugada cada vez más política, que no sería mal vista desde la Rosada, los docentes dejan otra vez a 4,6 millones de chicos sin clases en provincia
El gobierno de Daniel Scioli otorgó a los docentes un 22,6 por ciento de aumento, algo más de lo que fijó la Nación, pero el cada vez más polítizado gremio conducido por Roberto Baradel rechazó el increemento y lunes y martes volverá a paralizar las clases afectando a 4,6 millones de alumnos.
El conflicto gremial en la provincia de Buenos Aires -que no sería mal visto desde la Casa Rosada, siempre dispuesta a ponerle piedras en el camino a Scioli- vuelve a mostrar que no hay límites a la hora de la política.
Los docentes no solo pararán, sino que convocaron a una caravana por el interior de la provincia que concluirá el miércoles con otro acto frente a la gobernación provincial.
Tal vez si el ultrakirchnerista Gabriel Mariotto fuese el gobernador otra seria la estrategia de un gremio que nunca ocultó sus simpatías con la Casa Rosada.
Es que la propuesta de Scioli supera la paritaria fijada de prepo por Cristina Kirchner, sin que las huestes de Baradel hubiesen hecho semejante despliegue de fuerza.
La propuesta del gobierno provincial incluye un incremento total del 22,6% y permite que el salario de un maestro que recién comienza la carrera crezca de $ 2900 a $ 3553. El esquema de la propuesta es progresivo: en marzo, $ 3264 (12,5%); en septiembre, $ 3467 (19,5%), y en diciembre, $ 3552 (22,6%).
Scioli anunció que por decreto liquidará los sueldos de marzo con el esquema de la nueva propuesta salarial de 22,6% y aseguró que cerrará la paritaria bonaerense.
Dijo esperar no tener que llegar a dictar la conciliación obligatoria y pidió colaboración a los sindicatos docentes, de médicos y estatales. "Yo comprendo y entiendo los reclamos, pero a mí como a todos me genera una gran angustia cuando pensamos la dimensión, más de 4 millones de chicos que no pueden ir a clase".