Mientras los argentinos aún no sale de su asombro y felicidad, el flamante papa Francisco -Jorge Bergoglio- concurrió temprano a la iglesia Santa María Maggiore, de Roma, para pedirle a la Virgen que lo asista en su pontificado. Lo hizo bajo la mirada de vecinos sorprendidos por la visita y otros desconcertados.

Bergoglio -quien llegó acompañado del prefecto de la Casa Pontificia y secretario del saliente Benedicto XVI, monseñor Georg Günswein- pasó unos minutos de rodillas rezando ante la imagen de la Virgen, mostrando su veneración por María. Luego, Francisco presidirá una misa postelección papal con todos los cardenales.

El sábado recibirá a los medios y el domingo rezará el Angelus.

El martes será el gran día, ya que a las 9:30 tomará posesión de su pontificado durante una ceremonia en la Plaza de san Pedro.

La presidenta Cristina Fernández asistirá a la ceremonia y hasta se espera que numerosos argentinos viaje de urgencia para estar presentes en la plaza con banderas celeste y blancas.