El 7-1 del año pasado había caído mal y esta goleada en la Bombonera motivó las más graciosas ocurrencias de parte de los azulgranas.

Cuando de festejar se trata, los hinchas sacan a relucir su ingenio. En una modalidad inaugurada por Boca y River, los cuales empapelan la Ciudad con la cara del ganador del Superclásico y con ironías dedicadas a su rival, se extiende cada vez más en el folklore del fútbol argentino.

Esta vez le tocó a San Lorenzo celebrar en un clásico, el que le ganó a Boca el domingo. Y ese resultado tuvo un sabor especial porque fue una especie de revancha de la estrepitosa goleada sufrida el año pasado, cuando el equipo de la Ribera lo derrotó por 7 a 1.

Por eso los afiches del día después -que publica el sitio mundoazulgrana.com.ar- hicieron referencias a la paternidad que tiene el club del Bajo Flores por sobre Boca, al cual le lleva nueve partidos de diferencia en el historial.

Las principales cargadas están dirigidas a Juan Román Riquelme, a quien le recuerdan su decisión de abandonar la Selección nacional para no hacer sufrir a su mamá.